miércoles, 12 de enero de 2011

Teoría del Desarrollo Capitalista. (Capítulos I, II Y III)



Introducción y capítulo I: El método de Marx



Las relaciones precisas y estables que llevan a cabo un conjunto de individuos determinan la forma de la sociedad. Las ciencias sociales abarcan todas aquellas ramas que estudian esas relaciones y cómo cambian con el paso del tiempo. La economía política abarca las relaciones sociales de producción y distribución de mercancías y servicios que la gente necesita y desea. Este sistema económico es considerado entre las relaciones entre hombres y cosas.

Es un proceso de construcción e interrelación de conceptos destituidos de contenido social; por ejemplo el "salario" se convierte en una categoría universal de la vida económica en vez de una categoría adecuada a una forma histórica particular de la sociedad. Marx, acepta el método de las "aproximaciones sucesivas", que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto y que así la teoría pueda llegar a fenómenos reales. La tarea de la abstracción se centra en destacar lo más esencial y hacer posible su análisis, como por ejemplo el "cambio social".

Aquí se sitúa la economía política, puesto que la clave del cambio se encuentra en los movimientos del modo de producción, a través del conflicto entre fuerzas opuestas o contradictorias ("conflicto de clases" para Marx). Las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo y se expresan en la forma de conflictos de clase, antagonismo social entre capitalistas industriales y terratenientes. Más específicamente la relación que existe entre capitalistas y obreros (capital-trabajo), y su estudio debe comenzar por un análisis del fenómenos general del cambio, y habitualmente todo lo que se destina a ello es la "mercancía" , el valor de cambio.

Para Marx, la realidad social es el proceso histórico, un proceso que en un principio no tiene límites ni estancamientos, aunque la sociedad cambie, y a la vez, dentro de ciertos límites, puede ser cambiada.

Capítulo II: El problema del valor cualitativo
En este capítulo se explica la teoría del valor cualitativo desarrollada por vez primera por Marx, siendo así éste el primer paso esencial en el análisis marxista del capitalismo. El estudio de las mercancías es el estudio de la relación económica del cambio. La producción de mercancías es la forma universal e inevitable de la vida económica. Desde este punto de vista, los problemas de la economía política tienen un carácter cuantitativo.

Pero Marx llevó a cabo su "teoría del valor" donde además del carácter cuantitativo se tiene en cuenta el cualitativo, haciendo referencia a la relación entre los productores. Toda mercancía está compuesta por el valor de uso como el de cambio. El valor de uso es la relación entre el consumidor y el objeto consumido, que para Marx era un fenómeno económico, pero no da pie directamente a una relación social por lo que lo aparta de la esfera del estudio de la investigación de la economía política.

El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa entre cosas, que en realidad es una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías. En realidad, los productores individuales trabajan los unos para los otros. Su trabajo tiene un carácter social que les es impreso por el acto de cambio.

Una mercancía es un valor de uso y un valor. Como valor de uso es un rasgo universal de la existencia humana. Y como valor es una forma histórica específica de la sociedad, caracterizada por la división del trabajo desarrollada y la producción privada. El "producto del trabajo" es una propiedad de la mercancía que nos permite la expresión de las relaciones sociales.

El trabajo también tiene dos aspectos. Uno correspondiente al valor de uso, y el otro al valor de la mercancía que produce. A la mercancía como valor de uso corresponde el trabajo como trabajo útil. Marx dice que el trabajo es la sustancia del valor, haciendo referencia al trabajo que él determina como "abstracto", que es equivalente a trabajo en general. Es lo común a toda actividad humana productiva. El volumen total de la fuerza de trabajo es una característica determinante para que se produzcan cambios en la sociedad, además de su nivel de desarrollo porque de ellos dependen las potencialidades productivas de la sociedad. Tanto la significación básica como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo son determinadas por el análisis cualitativo.
Capítulo III: El problema del valor cuantitativo.

1.El primer paso:En cualquier sociedad, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que esta producción sea distribuida entre los miembros de la sociedad. Lo que cambia en el curso de la historia es el modo de organizar y llevar a cabo estas actividades de producción y distribución: el valor de cambio. Este valor de cambio es un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva en una sociedad productora de mercancías. Las mercancías se cambian unas por otras en el mercado en ciertas proporciones precisas. Absorben también cierta cantidad precisa de la fuerza de trabajo total disponible en la sociedad.

Marx supone que existe una correspondencia exacta entre las proporciones de cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. Hay que introducir dos calificaciones obvias:
a) en la determinación del valor no debe tomarse en cuenta más trabajo que el socialmente necesario en las condiciones sociales existentes (no porque holgazanee más y tarde más, el valor de mi producto será mayor). Aquí sólo se toma en cuenta la cantidad de trabajo y no el uso del producto.
b) El trabajo más calificado que el trabajo medio debe tener, correlativamente, una mayor capacidad de producir valor. El trabajo calificado cuenta como trabajo simple multiplicado en los valores relativos de las mercancías que producen en una hora. Esto no significa que la relación entre dos tipos de trabajo sea determinada por los valores relativos de sus productos. La relación entre los dos tipos de trabajo es teóricamente susceptible de medición independiente de los valores de mercado de sus productos.
Existen dos posibilidades:
1.- El trabajador calificado es más proficiente por una habilidad natural superior: se supone que la habilidad del más diestro se manifiesta en cualquier línea de producción. A fin de establecer una relación cuantitativa de equivalencia, sólo es necesario colocar al más diestro y al otro en la misma línea de producción, donde su efectividad relativa puede ser medida fácilmente en términos físicos.
2.- El trabajador calificado es más proficiente por un entrenamiento superior: aquí el obrero no sólo emplea su propio trabajo, sino la parte de sus maestros a quienes debe su mayor calificación. Si la vida productiva del obrero es de 100 horas, y si en su entrenamiento entró el equivalente de 50 horas de trabajo simple, entonces cada hora de su trabajo contará por hora y media de trabajo simple. En la práctica, estos dos casos se pueden mezclar, pero se solucionan con los dos métodos antes mencionados. La influencia ejercida por la habilidad y el entrenamiento, sólo se hace sentir lentamente y con frecuencia en formas no evidentes. Las diferentes proporciones en que distintas clases de trabajo se reducen a trabajo no calificado, son establecidas por un proceso que tiene lugar a espaldas de los productores y parecen ser fijadas por la costumbre.

Habiendo demostrado la viabilidad teórica de reducir el trabajo calificado a trabajo simple, tomaremos cualquier clase de trabajo como trabajo simple. El ignorar las diferencias entre trabajo simple y calificado, no quiere decir que sea pertinente hacerlo en todos los casos.
2.El papel de la competencia:
Veamos bajo qué condiciones las proporciones del cambio corresponderían exactamente a las proporciones del tiempo de trabajo. Si unos cazadores tardan dos horas en atrapar un castor y una hora en atrapar un ciervo, el valor de un castor es de dos ciervos y viceversa. Para obtener este resultado, son necesarias dos suposiciones: que los cazadores están preparados para dejar libremente la caza del ciervo por la del castor, y que los cazadores deben tener el deseo y la posibilidad de competir libremente por cualesquiera ventajas que puedan presentar en el curso del cambio, transfiriendo su trabajo de una línea de producción a otra.

Así, en una sociedad de producción simple de mercancías, la oferta y la demanda estarán equilibradas sólo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla y cuando se pueda trabajar libremente. Por tanto, la determinación de los precios por la oferta y la demanda forma parte integrante de la teoría basada en el trabajo.

3. El papel de la demanda:
Si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo, es necesario contar con dos clases de información: en primer lugar, la información sobre el costo relativo en trabajo; y en segundo lugar, la información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y de otro. Dados estos dos datos, es posible determinar lo que puede llamarse el equilibrio económico general de la sociedad en cuestión. Se llama así porque no sólo se establece el valor relativo de los productos, sino también se establecen las cantidades y la fuerza del trabajo de la sociedad.

Cuando se piensa en las tareas de la teoría del valor cuantitativo en este sentido amplio, no se puede prescindir de la idea de demanda y Marx nunca lo hizo: “la necesidad social que es el valor de uso en escala social aparece aquí como factor determinante de la cantidad de trabajo social que debe suministrarse en las diferentes esferas particulares”. A pesar de que Marx sí se refirió a la demanda, es cierto que lo hizo de manera breve, pero esto fue debido a dos factores:
a) bajo el capitalismo, la demanda efectiva es sólo parcialmente una cuestión relativa a las necesidades de los consumidores. Más importante es la cuestión básica de la distribución del ingreso, que a su vez es un reflejo de las relaciones de producción (estructura de clase de la sociedad). La demanda en el mundo capitalista, para Marx, difiere de la demanda real. Si se acepta la proposición de que la demanda del mercado está dominada por la distribución del ingreso, parecería que no podemos escapar a la conclusión de que los problemas del valor deben ser abordados por la vía de las relaciones de producción y no por su demanda.
b) todo lo que es en sí mismo relativamente estable y sólo reacciona a los cambios que se producen en cualquier otra entidad, no sólo puede sino que debe recibir un puesto secundario en el plan analítico.
Marx pensaba que las necesidades de los consumidores entran en la categoría de elementos reactivos de la vida social. Las necesidades, en la medida en que no surgen de requerimientos biológicos y físicos mentales, son un reflejo del desarrollo técnico y organizacional de la sociedad, y no viceversa.

4. “La ley del valor” vs. “Principio de planeación”:
La ley del valor de la que hablaba Marx, resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías que regula:
-las proporciones del cambio de mercancías
- la cantidad producida de cada una
- la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.

Una condición básica es la existencia de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos. Las fuerzas actuantes incluyen la productividad del trabajo en las diferentes ramas de producción y las fuerzas equilibradoras de la oferta y la demanda concurrentes en el mercado. Una de las principales funciones de la ley del valor es la de aclarar que en una sociedad productora de mercancías, a pesar de que las decisiones no se toman de un modo centralizado, existe el orden y no el caos. En la medida en que la asignación de la actividad productiva es sometida a un control consciente, la ley del valor pierde su pertinencia y su importancia. El principio de la planeación la sustituye.

5.- El valor y el precio de la producción.
El precio es tan sólo la expresión monetaria del valor. Los precios de producción son modificaciones de los valores. Los precios de producción se derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales. Las desviaciones no son arbitrarias ni carecen de explicación.

6.- Precio de monopolio.
La introducción de elementos de monopolio en la economía dificulta el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio. El precio del monopolio es un precio determinado sólo por el anhelo de adquirir de los compradores y por su solvencia, independientemente del precio, que es determinado por el precio de producción general y por el valor del producto. Aquí la demanda adquiere una significación especial y tanto el precio como la cantidad producida son diferentes de lo que serían en un régimen de competencia. Las discrepancias entre el precio de monopolio y el valor no están sometidas a ninguna de las leyes generales. Las relaciones del valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio. Las relaciones de valor cualitativo no. No se alteran las relaciones sociales básicas de la producción. Podemos seguir, incluso en el monopolio, comparando mercancías y conjuntos de mercancías en términos de unidades de tiempo de trabajo, a pesar del hecho de que las relaciones cuantitativas precisas implicadas en la ley del valor han dejado de ser válidas. El tiempo de trabajo socialmente necesario es el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de la producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado


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