sábado, 23 de octubre de 2010

Ciudad del miedo. ( Noticia II)

"Lo único que cura el miedo es el peligro auténtico"
(Alain)




Del concepto miedo saben mucho en Ciudad Juárez (México) donde debe sentirse allí como quien aquí siente hambre o sueño. El miedo es allí algo común y rutinario donde millones de crímenes quedan relegados al silencio.
Ciudad Juárez es una ciudad fronteriza con Texas (EEUU) conocida por ser la ciudad con las tasas más altas de criminalidad, especialmente violenta con el sexo femenino donde se dan multitud de desapariciones y secuestros, muchos de ellos relacionados con el mundo del narcotráfico.


http://www.noticias.com/un-comando-asesina-a-15-adolescentes-en-una-fiesta-en-ciudad-juarez.734006

Los familiares de las víctimas conocedores de la realidad de su pueblo, de la corrupción policial y del peligroso e influyente mundo del narcotráfico asumen la pérdida como buenamente pueden, pero casi siempre desde un silencio sepulcral.
Sólo unos pocos valientes, los que superan sus miedos, luchan porque su realidad sea conocida por el resto del mundo y que esos crímenes no queden impunes. Pero dar ese paso no es tarea fácil, arriesgándose así a ser una cifra más dentro del número de desaparecidos.




El etnocentrismo cultural que prácticamente nos caracteriza a todos (esa actitud de analizar el resto de culturas desde nuestro punto de vista) nos dificulta entender esa pasividad ante los crímenes en  zonas geográficas distintas a la nuestra, ante la forma en la que aquí tendemos a actuar ante una desaparición o un crimen ( todo el pueblo paralizado, gran interés de la prensa, despliegue del cuerpo policial...) pero hay que ponerse en la piel de los otros y como ya he dicho, el miedo y sobretodo esa sensación de inseguridad constante, de desconfianza ante el cuerpo de policía, políticos, prensa...esta claro que no facilita que la gente grite a cuatro vientos sus desgracias, pida ayuda o espere una solución, ¿no creéis?.


sábado, 16 de octubre de 2010

El continente olvidado (Noticia I)

"África, entre los continentes, les va a enseñar a ustedes que Dios y el Diablo son uno." (Karen Blixen)


Lo que en Europa sería una barbarie en África es el pan de cada día.
Apenas he acabado de leer dos artículos sobre la República Democrática del Congo basta para darse cuenta de la suerte con la que contamos al nacer en un lugar u otro . Ser los protagonistas de la historia o ser los grandes olvidados.
En el mundo Occidental llegamos al punto de crear, inventar o exagerar noticias con el fin de dar que hablar, a diferencia del resto del mundo donde miles de noticias quedan relegadas al olvido. Seguramente si los artículos que hubiera leído hubieran sucedido en el mundo occidental hubieran dado mucho de sí, llenando miles de páginas de prensa y millones de minutos en la televisión, pero el hecho de suceder en África lo deja en un plano secundario, donde apenas ocupan una tercera parte de la página de un semanal.

El Congo se rodea de violencia y no parece que vaya a disminuir fácilmente, como muestra el segundo artículo, los niños soldados pasan increíbles atrocidades lo que muestra que en  realidad es una cadena en la cual las primeras víctimas son ellos, niños que crecen rodeados de violencia y vejaciones, a los que los aleccionan de tal manera que acaban viendo esas atrocidades como algo rutinario. Estos niños son víctima antes que verdugo.


En el Congo se vive en un conflicto permanente que se ha recrudecido en los dos últimos años. Ya van contabilizados 5,4 millones de muertos. Puede decirse que es la más silenciosa hecatombe desde la II Guerra Mundial.

En el Congo encontramos la mayor misión desplegada por la ONU (20000 cascos azules) denunciados ya por las ONG´s que trabajan en la zona, pero la realidad es que el contingente desplegado esta en misión de paz y su misión es prácticamente de vigilancia. Se trata más bien de una presencia simbólica.

Esta es la ayuda que las potencias mundiales dan a los países que realmente nos necesitan, una presencia simbólica, es decir ver y no hacer, mirar y no ayudar.